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  • Los abonos orgánicos fermentados, (también conocidos como fertilizaciones orgánicas o compost), son compuestos provenientes de materias orgánicas como rastrojos, hojas secas, estiércoles... que vienen modificados con factores como el calor, la humedad o el aire en un periodo de tiempo determinado. Estos compuestos también son transformados, a su vez, por la actividad de los microorganismos en un proceso natural llamado "fermentación” donde se solubilizan los minerales y facilita la aportación nutrientes para las plantas. Una vez terminado el proceso de fermentación, es el momento de aplicarlo a nuestros suelos.
    La aplicación de estos abonos orgánicos fermentados es una práctica fundamental en nuestro trabajo como agricultores, ya que, mantiene la salud del suelo y reintegra elementos nutritivos de facil asimilación para las plantas.
    En el caso de las  industrias de los Agroquímicos, se introducen elementos químicos que se extraen de la naturaleza, para alimentar velozmente a las plantas. Estos macro elementos (N,P,K), son entonces absorbidos por las plantas para que, con poco "esfuerzo”, puedan nutrirlas. En una lógica industrial esto podría parecer algo ventajoso, pero en naturaleza existen varios actores que se encargan y deben de encargarse de este "proceso” que la industria proporciona. Estos actores que son desde lombrices, hongos y bacterias, quedan paralizados, frente a los productos químicos ya que su labor no es necesaria y consecuentemente mueren, dejando el suelo en completa dependencia de los agroproductos.