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  • El Compost tradicional es el abono más utilizado en la agricultura orgánica, normalmente cada agricultor se hace su propio compost con restos orgánicos como restos de alimentos, estiércoles, restos de poda, pajas de plantas del cultivo anterior, serrín de las frondosas.... Se obtiene mediante un proceso biológico que se llama compostaje donde los agricultores, en ausencia de suelo, van controlando la temperatura, humedad y aireación, que junto a la actividad de los hongos y bacterias producirán una descomposición de toda la materia orgánica que se transformará en humus y, posteriormente, en material inorgánico. Compostar es sinónimo de estabilizar la materia para que tarde más en mineralizarse. Es fácil observar cómo evoluciona el compost, desde que añadimos los materiales hasta que se convierte en un aglutinado negro y esponjoso listo para ser aplicado. Tener en cuenta: - Los abonos orgánicos mejoran las condiciones del suelo al mantener a la población microbiana. - En el suelo viven las nitrobacterias que fijan el nitrógeno de la atmósfera en el suelo. Si aportamos nitrógeno químico estas dejan de funcionar dejando el suelo incapaz de fijar su propio nitrógeno. - Cuanto más activo sea un suelo, menos dependerá del suministro de nutrientes externos. Importancia del estiércol para hacer un buen compost y sus características (estos elementos podrán utilizarse formando parte del compost o de forma aislada). Los estiércoles son excrementos de los animales, pueden ser de vacas, caballos, ovinos, caprinos, cerdos, guano, estiércol de murciélago... Se compone de las deyecciones tanto sólidas como líquidas y algún material que se filtre como pajas, hojas, ramas... Aporta compuestos orgánicos y minerales enriqueciendo la tierra de humus. Su composición cambia dependiendo del animal, de la alimentación que haya recibido y de la calidad de la paja que es rica en carbono. En estado fresco, contiene complejas sustancias como la celulosa (que tardará más tiempo en mineralizarse), las proteínas de las heces o el nitrógeno soluble de rápida absorción que contiene la orina. Para aplicarlo debe estar en su estado maduro, es decir, tras haber almacenado todo el estiércol, debemos esperar a que este sufra un proceso de fermentación en el que las moléculas complejas que lo forman tanto orgánicas como inorgánicas se simplifiquen en sustancias más asimilables para las plantas. (Es conveniente que no esté maduro al 100%, ya que nos interesa que la última etapa del proceso se realice después de aplicarlo sobre el terreno, de este modo, nos aseguramos de que una reserva de elementos nutritivos se irá cediendo progresivamente). Una vez fermentado, lo podemos aplicar directamente en el terreno y lo mezclamos con la tierra. Podemos utilizar una pala o bien un rastrillo si el terreno está muy suelto. O también podemos añadirlo en el compostero para hacer el compost tradicional. ¿Por qué no debemos aplicar el estiércol fresco? Existen cultivos que toleran el estiércol fresco, pero no es recomendable aplicarlo directamente por diversos motivos; uno es su alto contenido en nitrógeno pues algunas plantas son capaces de crecer en él, pero el exceso de nitratos que absorberán no será sano ni para las plantas ni para las personas que las consuman. También el estiércol fresco puede contener microorganismos patógenos perjudiciales para los cultivos. Incluso se han dado casos de estiércoles que contenían salmonella. Durante el proceso de fermentación donde las materias frescas se descomponen y, junto a las altas temperaturas que se alcanzan en el proceso, estos patógenos son eliminados. El VERMICOMPOST o humus de lombriz es un estiércol de los más ricos pues, previamente, ha sido procesado por un organismo sano y limpio como es la lombriz. Se basa prácticamente en la actividad que las lombrices realizan sobre los restos de materias orgánicas y estiércoles de animales (previamente descompuestos). Éstas para nutrirse y abrir camino consumen los restos vegetales, animales y, junto a la microflora, las bacterias de su estómago digieren y expulsan el alimento en forma de masa semifluida rica en elementos orgánicos asimilables para las plantas; incorporan bacterias útiles para las raíces de los cultivos y los cargan de elementos fitoestimulantes (auxinas, giberelinas, citoquininas), además es rico en antibióticos y se puede aplicar directamente sobre el terreno una vez procesado. ¿Cómo hacerlo? Podemos utilizar tabales, tanques o cajas de madera, que debemos barnizar para que no se pudran, las iremos rellenando aleatoriamente de capas de estiércol (no es recomendable el de gallina), restos domésticos de materia orgánica, turba, serrín, excrementos, hojas, pajas... y por último le añadiremos un poco de cal apagada para neutralizar la gran acidez de la mezcla. Si queremos reproducir nuestras lombrices debemos tener en cuenta que las condiciones óptimas son humedad constante, abundante sustancia orgánica y ambiente aireado. A mayor número de lombrices, más rápido se procesará el estiércol. Si las lombrices detectan que son demasiadas en un espacio pequeño, dejarán de reproducirse. Las cajas estarán protegidas del sol, o sea, a la sombra y nos aseguraremos que tengan agujeros en el fondo para que drenen bien cuando le añadamos el agua o una salida para el drenaje. Si conseguimos rescatar el líquido que va a drenar y volvérselo a echar una o dos veces más, habremos aumentado la concentración de nutrientes en ese lixiviado. También podemos cubrir las cajas con mallas o rejillas para evitar que se escapen, acción que no es necesaria si las lombrices tienen siempre humedad, sombra y alimento, no se irán del cajón. Cada vez que les demos comida no olvidemos que hay que regar. ¿Cómo extraigo el estiércol sin coger lombrices? Pues una vez procesado el vermicompost va a ocupar la mitad del volumen inicial, esto nos va a permitir que pongamos todo en un extremo y en el otro lado, vamos a añadir un nuevo estiércol fresco. En cuestión de una semana, las lombrices acudirán por sí mismas hacia la comida fresca dejando libre la masa que han digerido. Cuando las lombrices hayan dejado libre el estiércol viejo, lo retiraremos del cajón y lo pondremos a secar para posteriormente tamizarlo. Una vez terminadas estas acciones tendremos listo el vermicompost. Otro método es colocar una malla encima del compost trabajado por la lombriz y colocar un poco de estiércol fesco. En cuatro días estarán encima de la malla y podremos extraer .el vermicompos. ¿Se pueden incorporar las lombrices al terreno? Las lombrices prefi eren terrenos orgánicos, blandos y frescos. Su presencia señala que existe un alto índice de fertilidad. Si el suelo es pobre, compacto y seco las lombrices no estarán presentes y nos indica que debemos mejorar la tierra, podemos aumentar la población de lombrices añadiéndolas al terreno.