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  • La Siembra: es la acción de colocar una semilla en la tierra para que se produzca su germinación y, posteriormente, se desarrolle en una planta adulta. 
    La determinación de las épocas de siembra dependen de las variedades y de las exigencias térmicas de éstas, normalmente son:   
          o Sembradas en primavera, se desarrollan en verano y se cosechan a finales de estación o, a principios de otoño.
          o Sembradas en otoño, se desarrollan en invierno y se cosechan a finales de primavera.
          o Si conseguimos adelantar las siembras y alargar el tiempo de los cultivos, obtendremos mayor producción y calidad de frutos y granos. El procedimiento es sencillo.
       Para los cultivos de siembras en primavera; 
           Obtendremos beneficiosos al adelantarlos porque el suelo está húmedo tras el paso del invierno y aprovecharemos el agua.
           Si por cualquier motivo nos retrasamos con respecto a la fecha del cultivo, estaremos arriesgando mucho, y más, si la planta es de ciclo largo, pues no completará su ciclo hasta el otoño, dificultando la maduración de los frutos.
       Con respecto a las siembras de otoño; lo ideal es adelantarlo para que el cultivo desarrolle bien las raíces antes de que lleguen los fríos invernales para resistir mejor el frío.
    o Con el adelanto de los cultivos, corremos el riesgo de perder los cultivos pues,  si hubiera heladas tardías de primavera o lluvias anticipadas a finales de verano. Causarían una disminución de las cosechas, es por esto que tendemos a iniciar las siembras con antelación pero en semilleros protegidos de las adversidades del tiempo.
    La densidad de la siembra, es el número de semillas que podemos plantar en una superficie determinada, va a depender de los cultivos (cantidades detalladas, las mostraremos en las fichas de cada uno) pero por regla general, a todos les influyen los siguientes parámetros:
    o La fertilidad del suelo, cuanto más fértil sea, tendrá más capacidad para nutrir y acoger a las plántulas durante su desarrollo.
    o Si están libres de malas hierbas, admitirán más semillas. Aunque si hay demasiadas podemos aumentar la densidad para que compitan entre ellas. 
    o Si vamos a plantar siembras de cultivos para forrajes, podremos aumentar la densidad.
    La profundidad ideal de las semillas va a permitir que la plántula emerja a la superficie y que se produzca un buen desarrollo de las raíces, el tamaño de las semillas es fundamental para determinar la profundidad.
    o  Semillas grandes de 5 a 8 cm
    o Semillas medianas de 3 a 5 cm
    o Semillas pequeñas de 1 a 3 cm 
    o Semillas muy pequeñas menos de 1 cm

  • Rotación de cultivos: Al decir rotaciones de cultivos nos referimos a cambios de lugar en los cultivos cuando finaliza su ciclo biológico. 
    Esta sucesión o rotaciones de cultivos permite que el terreno recupere sus niveles de nutrientes naturales, ya que cada cultivo tiene unas preferencias nutricionales distintas, lo que evita la saturación o fatiga del suelos al facilitar la recuperación del mismo. 
        Los cambios son indispensables para mantener la fertilidad de los suelos y evitar los problemas de plagas y enfermedades pues están ligadas a cultivos concretos y al rotar, interrumpimos los ciclos vitales de los patógenos dificultándoles las supervivencia. A demás de, reducir la población de malas hierbas, pues, si planeamos una ocupación constante del terreno no tendrán libertad de albedrío para desarrollarse  pues deberán competir por los recursos naturales  como la luz, el agua y los nutrientes, lo que dificultará su proliferación.  
     Las leguminosas son muy importantes en esta técnica de rotación, gracias a su capacidad de fijar nitrógeno atmosférico en el suelo nos ahorraremos el aporte de abonos nitrogenados. 
      A la hora de rotar los cultivos, debemos tener en cuenta diversos factores:
                Sistema radicular de las especies: Las especies con sistemas radiculares distintos aprovechan los nutrientes de las diversas capas del suelo, además de modificar la estructura en las distintas profundidades.
                Parte del cultivo que nos interesa: Clasificaremos los cultivos según sea la parte de producción que nos interesa, por ejemplo los cultivos de raíces y tubérculos como patatas, zanahorias, remolachas, cultivos de hoja como las acelgas, las lechugas, cultivos de frutos como los tomates, berenjenas o bien cultivos cuya parte aprovechable es el bulbo como cebolla, hinojo... 
     Entonces, estas cuatros clasificaciones se hacen porque cada planta va a nutrirse en mayor cantidad de un elemento en concreto, por eso se recomienda que, donde se planto un cultivo de raíz cuyo nutriente preferido es el potasio, plantaremos uno de hoja que tiende a consumir nitrógeno en mayor cantidad, tras finalizar este, sembraremos uno de fruto pues su nutriente preferente es el fósforo, de manera que, con la rotación de estos cultivos el suelo tiene el tiempo suficiente como para recuperarse.                   
                Las necesidades nutricionales son distintas, por ejemplo, hay plantas que soportan materia orgánica sin fermentar cómo patatas, espárragos, calabaza, coles, tomate, pimiento, calabacín, pepino, etc. Y otras que requieren materia orgánica muy descompuesta, como acelga, cebolla, lechuga.
                Un modelo de rotación de cultivos de huerta de tres años puede seguir el siguiente modelo:                                             1. Se encabeza por cultivos exigentes en matera orgánica poco descompuesta: coles, tomate, pimiento, calabacín, pepino,patata...                                                                              

    2. Cultivo de leguminosas y hortalizas de hoja con exigencias medias en materia orgánica, pero bastante descompuesta: judías, guisantes, habas, lechuga, acelga, espinaca, puerro, ...                                                                                                                  

    3. Plantas poco exigentes, que prefieren materia orgánica muy descompuesta, de raíz: zanahoria, rábano, remolacha, cebolla, ajo, ... 

               Alternaremos con cultivos que dejen pocos restos vegetales con los que generen mucho, pues tras la cosecha dejamos que se descompongan las plantas in situ, estaremos aportando materia orgánica. 
              Cada dos años introduciremos una leguminosa que nos aportará nitrógeno al terreno.
              Evitaremos la sucesión de cultivos pertenecientes a la misma familia pues el interés nutricional suele ser muy parecido, contribuimos con el cansancio del suelo y son vulnerables a los mismos agentes externos.


  • La asociación de plantas, puede recibir otras denominaciones como policultivos, cultivos intercalados o cultivos múltiples. 
    Consiste en intercalar distintas especies que no compitan por los mismos nutrientes o minerales, en un mismo periodo y espacio de tiempo. Estas cercanías, potencian lo mejor de cada cultivo, consiguen una relación de beneficio mutuo al juntar especies que se enriquecen unas con otras, pondremos algunos ejemplos:
             Aprovechan ciertos factores como:
               o Si las asociaciones tienen preferencias nutricionales complementarias, no van a competir por los nutrientes, o bien, si poseen sistemas radiculares diferentes, no explotan las mismas profundidades del suelo.
               o También, si se asocian a cultivos de leguminosas, se beneficiarán del nitrógeno que éstas aportan. 
               o Según la distribución que hagamos, podemos intercalar cultivos que requieren de mucha luz, con otros que no necesiten demasiada y los podamos ubicar en su sobra.
               o Al existir tanta vegetación aumenta la capacidad de infiltración de agua en el terreno, lo que disminuye la erosión al mismo tiempo que regula la temperatura, pues el suelo no cambia de caliente a frío radicalmente, con la vegetación se mantienen las temperaturas más reguladas.
            Mayor control de malas hierbas (competencia, algunas liberan compuestos químicos que impiden el desarrollo de las otras.
             Sucede con las plantas aromáticas. Éstas, ayudan al control de plagas, pueden funcionar como repelentes de insectos o atraer insectos beneficiosos, también se las llama plantas trampas, poseen beneficios nutricionales. La mostaza es una aromática.
            Otra ventaja (es que no se corren riesgos económicos si se diera alguna anomalía o improvisto, pues si un cultivo se muestra susceptible recurriremos a los otros)  
            Es recomendable, que no hagamos la asociación al azar pues puede que se perjudiquen los cultivos. Para que no ocurra debemos estudias características como el color, olor, altura, tipo de floración, madurez, preferencias nutricionales, ser prudentes informarnos sobre cultivos anteriores y hablar con los agricultores de la zona.
            Un ejemplo práctico es el de la asociación de maíz - judía, la judía se planta cuando el maíz tiene unos 20 cm, que se beneficia del aporte de nitrógeno y, el maíz le sirve de soporte y tutor a la judía. A demás, esta relación, favorece la existencia del insecto depredador "chinche de las flores” que se alimenta del trips tan perjudicial para nuestros cultivos.
            A continuación presentamos una tabla de asociaciones favorables y desfavorables de los cultivos: