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  • La función "ideal” del suelo, en términos agronómicos, es la de ofrecer las condiciones optimas para el desarrollo y crecimiento de la vida vegetal, la germinación de las semillas y el desarrollo de la actividad radicular (raíces).
    Es el que aporta la fertilidad a un cultivo, a través de elementos como el agua, los minerales (nutrientes), la temperatura y el aire. Está formado por tres partes, cuyas proporciones determinará sus propiedades:

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    La estructura: es el aspecto que le otorga al suelo la forma, el tamaño y la distribución espacial en que se agrupan las partículas sólidas del suelo que pueden ser; las arenas, los limos y/o las arcillas, a la unión de estas se les denomina agregados.
    La agregación del suelo puede asumir diferentes modalidades, lo que da por resultado distintas estructuras de suelo. La circulación del agua en el suelo o la permeabilidad varía notablemente de acuerdo con la estructura; por consiguiente, es importante que conozca la estructura del suelo donde se propone construir una granja.
      La textura de un suelo es la proporción y la cantidad en la que se encuentran las diferentes partículas sólidas que lo constituyen, que se representa en porcentajes de arenas, limos y arcillas que van en este orden de mayor a menor tamaño. La textura es importante porque determina la capacidad de retención del agua y sus propiedades en cuanto a la permeabilidad del mismo, permite también un buen desarrollo radicular y aporta un adecuado nivel de nutrientes.
      En el siguiente cuadro se presentan dos clasificaciones, en sistema americano e internacional, ambos en militros (mm).


    La textura se determina por la granulometría. Existen varios métodos caseros para determinarla cuyos resultados, no serán tan precisos y exactos como los de laboratorio pero son bastante útiles para hacernos una idea del suelo en cuestión.
             A.1)MÉTODO BOTELLA Y TRIANGULOS
    Materiales: 
    -Bote transparente y, a ser posible, cilíndrico.
    -Agua destilada.
    Cavaremos un hoyo en la parcela de unos 35 cm aproximadamente , y cogeremos un par de puñados de forma aleatoria, introduciremos la muestra de tierra en la botella y la llenaremos de agua por las 3/4 partes.

    A continuación, agitamos la mezcla unos instantes y la dejamos reposar.  Las partículas sólidas se irán depositando en el fondo de la botella.
    Éstas, al tener distintos tamaños tendrán unas velocidades de sedimentación diferentes donde se irán colocando primero las piedrecillas seguidas de las arenas, luego los limos y las arcillas serán las últimas ya que su peso es mínimo y estarán flotando en el agua un buen rato.
    El tiempo de espera es muy relativo pues dependerá del tipo de material con el que estemos tratando ya que si damos con un suelo mayoritariamente arcilloso tendrá una velocidad de deposición mucho mayor que si es, en su mayoría, arenoso.


    Lo mejor es esperar a que el agua quede lo más trasparente y clara posible.
    La interpretación de los resultados es muy sencilla: los diferentes materiales se depositarán por capas, cada una tendrá una anchura que mediremos tomando de referencia la altura total que es la suma de todas las capas (en porcentajes sería el 100%). De esta manera, medimos la proporción de cada elemento con los datos resultantes y con la ayuda del triangulo de textura averiguaremos fácilmente la clase de suelo con la que estamos tratando. Para facilitar la comprensión del lector, pondremos un breve ejemplo:
    Supongamos que en el análisis obtenemos un porcentaje de 30% de arcilla, 20% de limo y 50% de arena.
       
    En la línea de la arcilla hemos trazado en verde una línea en el 30 (30%), que debe ser paralela a la línea de la arena.
     - En la línea de los limos hemos trazado en amarillo una línea en el 20 (20%), que debe ser paralela a la línea de la arcilla.
     -En la línea de la arena hemos trazado en rojo una línea en el 50 (50%), que debe ser paralela a la línea de los limos.
    El punto de unión de los trazos nos da el resultado sobre el tipo de suelo que tenemos, según este el ejemplo, si superponemos el triángulo de la izquierda encima del de la derecha, tendríamos una textura franco arcillo arenosa. 


    A.2) MÉTODO DE "CHURROS DE TIERRA"


    Existe otro modo para averiguar la textura de nuestro terreno, es el "Método de Herody”, es también muy sencillo.

    Materiales:
    - Espátula o cuchillo de campo.
    - Agua destilada.

    Procedimiento:
    Cavaremos un hoyo de unos 35 cm de profundidad.
    - Tomaremos una muestra de tierra, de distintos niveles, como un puñado. Seguidamente, eliminaremos los elementos más gruesos como piedras, ramas, hojas etc..
    - Humedeceremos la muestra que tenemos en nuestras manos hasta que las partículas del suelo se adhieran.
     
    Interpretación de los resultados:
    Intentaremos hacer un cilindro o un churro de 6mm de diámetro 0

    - Si no se puede hacer es que tiene menos de un 10% de arcillas.
    -Si de lo contrario, es posible, intentaremos acercar ambos extremos del churro fig.8.
          -Si no es posible hacer una media luna, la muestra tiene menos de un 15% de arcillas.  .
          -Si es posible, debemos hacer un círculo
               -Si se rompe, sabremos que el contenido de arcillas está entre el 15 y el 20%.
               -Si no se rompe, es porque el contenido de arcillas es superior al 20%.
    Cuando terminemos con el churro, aún con las manos llenas de tierra, debemos frotarnos las manos para hacer la siguiente clasificación:
     * Si notamos las partículas de tierra rugosas significará que hay más arenas que limos.
     * Si es poco rugoso, es porque mayoritariamente es limo. 
     * La textura limosa, ideal para nuestros suelos, permite que el agua circule en todas las direcciones.
     * En cambio, si el tacto que percibimos es suave es porque hay una gran presencia de limos.