Topic outline
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La función "ideal” del suelo, en términos agronómicos, es la de ofrecer las condiciones optimas para el desarrollo y crecimiento de la vida vegetal, la germinación de las semillas y el desarrollo de la actividad radicular (raíces).
Es el que aporta la fertilidad a un cultivo, a través de elementos como el agua, los minerales (nutrientes), la temperatura y el aire. Está formado por tres partes, cuyas proporciones determinará sus propiedades: